Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar

ESPAÑA: ¿NACIÓN DE NACIONES?

https://www.jmsanchezchapela.es/news/tres-naciones-tiene-espana/

En el turbulento e inestable panorama político español llevamos tiempo oyendo distintos mantras y cantinelas que tienen como centro la inestabilidad del gobierno en funciones y la necesidad de su presidente de mantenerse en el poder.

Y no es algo que sea nuevo o que derive de la situación actual, sino que hace ya tiempo que se vienen soltando a los cuatro vientos patrios proclamas identitarias varias que se pueden resumir en lo que ellos llaman «Nación de naciones«.

Se me vienen a la cabeza múltiples ejemplos de tamañas tonterías, lanzadas como «truños» por políticos de medio pelo con ínfulas de poder y ganas de protagonismo, con el único fin de llenar la portada de algún periódico local y dorar la píldora a los insaciables nacionalistas periféricos. Una de las más memorables fue espetada por aquel que parece encabezar la federación regional del partido socialista en Madrid que, ni corto ni perezoso, soltó por su boca en el tórrido verano de 2017, y en medio de unos vientos que promulgaban la imprescindible reforma constitucional, que Madrid sería una nación dentro de una España plurinacional, argumentando un idioma propio y tradiciones ancestrales a ser respetadas (cierto es que en Madrid se habla con cierta chulería, que por el foro comer un bocadillo de calamares es lo más, o que el chotis y la verbena de la Paloma son tradiciones sin parangón en el mundo mundial, pero de ahí a querer fijar que el cocido madrileño, los callos o los caracoles deban estar constitucionalizados va un gran trecho). Y no contento con su alocución, continuó diciendo que dentro de esa España plurinacional federal existirían tantas naciones como Comunidades Autónomas, ¡ole sus pelotas!.

En aquellos tiempos, iluso de mi, pensaba que no se podían decir más tonterías, pero estaba equivocado. Y es que, dos años después y sin habernos recuperado de aquello (las tonterías en política inician un calentamiento global que también tendría que tratarse en las cumbres del clima), en el inicio del curso político actual, y tras la repetición de las elecciones generales en las que el partido más votado fue el Partido Socialista pero generando una polarización del Congreso en bloques muy diferenciados, llevamos unas semanas en las que el llamado a intentar ser investido como presidente del gobierno español está mendigando votos aquí y allá, con el fin de que salga adelante su acuerdo de gobierno con la extrema izquierda representada por Podemos. Y como a la derecha no puede, o no quiere, mirar, solo le queda la opción de regatear apoyos en los partidos del bloque nacionalista separatista. Y en su afán de contentar a unos y a otros, llegando a límites insospechados de debilidad y humillación, vuelven a sonar los cantos de sirena sobre el número de naciones que componen, o compondrán, el engendro que pudiera surgir de la pretendida, y casi imposible, reforma constitucional.

En los últimos días hay, que yo haya oído, dos propuestas o soflamas sobre el tema, a cual más bizarra o estúpida:

  1. aquella que dice que en España hay ocho (o nueve) naciones, y
  2. la otra que dice que Castilla-La Mancha es una nación.

Todo hay que decirlo que tales engendros han sido «exabruptados» por sendos dirigentes del Partido Socialista en regiones (aspirantes a naciones) de las VIP.

Y, claro está, el secretario general de ese partido no podría ser menos uniéndose al maratón de memeces que se suelen oír por aquí y por allí (vamos a hacer un paréntesis porque lo de este señor es de traca suprema). Porque, no contento con lo dicho hasta ahora, no hace mucho que soltó que, España y su pretendida «nación de naciones» esta compuesta por cuatro naciones: Cataluña, el País Vasco, Galicia y España. ¡Impresionante! No se puede decir tontería más grande y quedarse tan ancho. Porque está diciendo que » el todo» será todo y parte del todo. ¿Cual de esas «España» es la nación de naciones? ¿El todo o la parte del todo? Y es que no he oído mayor sin sentido desde que empecé a estudiar Derecho. (https://www.abc.es/espana/abci-pedro-sanchez-nacion-naciones-5565133049001-20170905021007_video.html). A veces hay que hacer de la necesidad virtud y no caer en el despropósito, y mucho más siendo el jefe del ejecutivo (que no Jefe de Estado como parece pretender ser) de un Gobierno de un Estado democrático y presuntamente serio.

¿Soy yo o estamos hablando de algo parecido a esto?

Es hasta cierto punto claro que el Estado de las Autonomías que contempla la Constitución de 1978 ha fracasado como modelo para contemplar y amparar los distintos anhelos de las regiones que componen la Nación española o el Estado español. Ni siquiera el fingido Estado Federal asimétrico que contempla (recordemos que se hace la distinción entre «nacionalidades» y «regiones») ha servido para colmar las aspiraciones secesionistas de algunas regiones. Tampoco la descomunal y desproporcionada acumulación de competencias estatales en manos de los gobiernos autonómicos de las regiones «VIP», conseguidas a base de las continuas cesiones por parte de los gobiernos centrales, socialistas y populares, con el único fin de, al igual que en la actualidad, mantenerse en el poder y gobernar el Estado haciendo dejacion de funciones en esas autonomías. Es de recordar aquello tan desafortunado del «café para todos«, donde se inventaron autonomías donde antes no las había y nadie las había reclamado. Paradigmático es el caso de la provincia de Segovia, que no pretendía ser ni pertenecer a comunidad autónoma alguna y fue «obligada» a formar parte de Castilla y León. De aquellos polvos llegan estos lodos. Lo que ocurre es que lo que ahora se pretende es romper la unidad y la igualdad de todos los españoles. Crear compartimentos estancos donde el Estado pasa de ser algo etéreo a ser inexistente. Hacer diferencias entre territorios por el mero hecho de estar o no en una posición de debilidad es claramente contrario a la Constitución. De ahí que se pretenda dinamitarla, derogar el sistema de 1978, abrir un proceso constituyente y replantearse o reconfigurarlo todo, incluida la jefatura del Estado. Y no hay que ser un lumbreras para darse cuenta que para hacer tal «revolución», o se tiene una mayoría muy grande en las Cortes españolas (que no es el caso), o se hace por la fuerza.

No pretendo hacer una tesis sobre la organización política de un Estado pero conviene hacer ciertas matizaciones. Debería organizar un curso sobre la diferencia entre Estado y nación, entre Estado y entidad supranacional y sobre las competencias de cada una de esas partes. También sería conveniente una lectura sobre las ciudades-Estado así como consultar la teoría política de los clásicos Platón o Aristóteles. Aunque, me temo que como con la economía, en el PSOE seguro que en «cuatro tardes» le ponen al día, pero luego pasa lo que pasa.

Porque, aunque no quieran darse cuenta, los conceptos, los discursos de según sea quien, las afirmaciones calenturientas y demás, pueden tener consecuencias muy graves y serias a futuro. No se puede ir diciendo este tipo de «opiniones» sin tener claro hasta donde se pretende llegar, sin valorar las consecuencias que pueden traer semejantes barbaridades dichas por personas que ostentan cargos públicos tan importantes. Y es que, si hacemos esa distinción entre España, Cataluña, El País Vasco y Galicia, al día siguiente de plasmarse negro sobre blanco se podría estar hablando de colonialismo, de escisiones y reclamando el «derecho de autodeterminación» de cualquiera de esas naciones.

Como ejemplo de nación de naciones tenemos el Reino Unido, cuya historia es sumamente interesante y digna de ser leída por sus asesores, pero dista mucho de ser un modelo a seguir por muchos motivos. Además, y viendo la que se le viene encima, no se cuanto tiempo le queda de existencia una vez se lleve a término, si es que se termina llevando a cabo (que parece que si) el llamado Brexit.

Otro ejemplo, que quizás es el que sus socios de pacto le están metiendo entre las cejas, es el del Estado plurinacional Boliviano. Tampoco considero que sea algo a tener en cuenta por muchos motivos, sobre todo por la ideología que lo fundamenta, la pretendida revolución bolivariana, que tanto daño está creando en ese y en otros países en que ha sido implementada.

Y el más nefasto de todos los ejemplos que pudieran mostrarse lo encontramos en la antigua Yugoslavia, una entidad artificial creada ad hoc para unir Republicas con diferentes etnias, religiones y odios intestinos, que solo se mantuvo mientras estuvo sometida al yugo de la dictadura prosovietica. De como terminó ese engendro es mejor acordarse únicamente para aprender de tal error y no repetirlo.

Y es que España, en sus orígenes estaba formado por diferentes coronas y Reinos (La Corona de Castilla, La Corona de Aragón, el Reino de Navarra, el Reino de Leon y el Reino de Granada). De ahí, se llega a lo que hoy se conoce como Reino de España. Y, entre ninguno de esos Reinos o Coronas veo yo a Cataluña, el País Vasco o Galicia. Deberían explicar que tales pretendidas naciones vienen de aquellos Estatutos de Autonomía Republicanos que no llegaron a ser lo que pretendían ser. También deberían leer la parte de la historia que tuvo lugar en la Primera Republica y sus revueltas cantonales. Porque lo que se está diciendo pudiera llegar a parecerse mucho a la creación de los Cantones allá por el siglo XIX.

Además, también sería conveniente que se explicase qué consideración tendría ese «Estado plurinacional», sus competencias y delimitaciones, porque sin darse cuenta pudieran estar hablando de la creación de un nuevo Ente supranacional, con nueva especificaciones y foros de representación diferentes a los actuales, o lo que es lo mismo: más puestos políticos de donde chupar, exprimir o colocar a sus afines de todo tipo y color.

Porque, como se les vaya de la mano «el café», podemos acabar así:

Y, en paralelo con todas esas disquisiciones, nos desayunamos la noticia de que Marruecos delimita su mar territorial y su Zona Económica Exclusiva asumiendo como propio parte del mar territorial canario y, por ende, español. Y ese mismo país, al que España y la Unión Europea no hacen más que regar de Euros y subvenciones, está armándose hasta los dientes por tierra, mar y aire. ¿Estamos ante una nueva «marcha verde» para anexionarse parte de España? Porque también debería ser materia de estudio y aprendizaje la historia sobre la pérdida de los territorios españoles de ultramar y el Sáhara Occidental por España, precisamente en tiempos en que la debilidad del gobierno español venía dada por conflictos territoriales internos, que aprovechan los vecinos y lugareños para hacer suyos terrenos que no lo son.

Lamentablemente, me temo, nos esperan tiempos turbios y poco estables.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: